viernes, 3 de mayo de 2019

Enfoque atencional

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Todo deportista debe seleccionar los estímulos más relevantes para su rendimiento y ofrecerles las respuestas más adecuadas que exija cada situación.

Hola,

Hoy me gustaría hablaros de una de las variables psicológicas que más inciden en el rendimiento de todo deportista: " el enfoque atencional".


¿Quién no se ha fijado alguna vez en el nivel de concentración/atención con que un tenista espera el saque de su rival?, ¿o de un atleta en los tacos de la salida ante una prueba de velocidad? ¿o el de un jugador de golf antes de golpear la bola en el green? Seguro que de una forma o de otra todos hemos visualizado imágenes de deportistas de élite ante situaciones que exigen un enfoque atencional máximo.


Pero, ¿que implica eso del enfoque atencional?. Deciros que no se trata simplemente de estar atento a algo para actuar de forma correcta. Es un proceso mucho más complejo que conlleva:

1.- Estar alerta
2.- Recibir y asimilar información
3.- Analizar datos
4.- Tomar decisiones
5.- Actuar a tiempo
6.- Actuar con precisión


Para entender mejor la relevancia de esta variable pongamos el siguiente ejemplo práctico:


Supongamos que un entrenador de atletismo quiere que su velocista mejore sus prestaciones en la prueba de 100 mts. Tras años de trabajo con su atleta, cree que la mejora puede venir por el lado del "enfoque atencional" dado que en otras variables relevantes como fuerza, técnica, motivación y gestión del estrés ya las tiene muy trabajadas y asimiladas.

Para trabajar el enfoque atencional de forma apropiada decide dividir la carrera en varias fases:


La primera es la salida. El estímulo a atender es el disparo (estímulo externo). En ese momento no debe atender a ningún otro estimulo que pueda precipitar su reacción provocando una salida nula. Tampoco debe atender atender a ningún otro estímulo que retarde su puesta en acción. La concentración ha de ser máxima para que su reacción sea extremadamente rápida.


La segunda es la fase de aceleración. En esta fase no existe estímulo externo al que atender. La concentración tiene que ver con la posición corporal (estímulo interno). El atleta debe estar atento a la posición de su cuerpo en esos primeros apoyos: agachado, empujando fuerte hacia adelante con sus pies, braceando con la mirada fija hacia el suelo y evitando ponerse erguido demasiado pronto. No debe distraerse con otros estímulos externos como por ejemplo mirar a sus rivales.


La tercera es la fase de transición. El estímulo a atender en esta fase (suele tener lugar entre el metro 20 y el 40 según el caso) tiene que ver con la sensación corporal (estímulo interno). En el momento que el atleta perciba que ya no puede acelerar más, debe progresivamente erguirse hasta correr completamente estirado. Esta transición de abajo hacia arriba debe ser progresiva para evitar el bloqueo y por tanto una desaceleración.


La cuarta es la fase de relajación. El atleta ya corre completamente erguido. Está afrontando la segunda mitad de la recta. Ya no puede acelerar más. Está en máxima velocidad. Toca relajarse y mantener lo conseguido. Su atención debe estar dirigida a tales fines (sensaciones corporales, estimulos internos)  sin atender a la posición de sus rivales ni a ningún otro estímulo externo que le pudiese desconcentrar. Una buena técnica de carrera con buena elevación de rodillas, braceo coordinado y relajación de hombros es definitiva en esta fase.


La quinta fase es la finalización. El atleta está ya en los cuadros, a menos de diez metros de la meta. El estímulo atender será la posición de sus rivales (estímulo externo). En función de su situación con respecto a ellos decidirá si inclinar el pecho hacia adelante con los brazos estirados hacia atrás o simplemente dejarse llevar.


El entrenador trabaja con su atleta el enfoque atencional en cada una de las fases para ir encadenándolas progresivamente. En cada una de ellas transmite los estímulos a atender, la información a procesar, la toma de decisiones y la precisión en su ejecución.


Como se puede ver en este ejemplo el enfoque atencional juega un papel decisivo en el rendimiento deportivo por lo que trabajar esta variable en los entrenamientos es fundamental.


El psicólogo deportivo puede asesorar tanto a entrenadores como a deportistas en cómo ha de trabajarse para que la concentración del deportista en cada momento sea máxima, sea atiendan a los estímulos correctos, se procese la información de forma adecuada y en función de ésta se tomen las decisiones más apropiadas para que finalmente sean ejecutadas de la forma entrenada.





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